TOMADO DE CAPITAL FINANCIERO
La caída del precio del petróleo en el mercado internacional no sólo significó una reducción en el precio de los combustibles, sino también la estabilización del precio de los granos básicos, como arroz, cebada y trigo; sin embargo, el abaratamiento de la harina de trigo no ha sido suficiente para que el precio del pan en el mercado local baje.
El precio del trigo ha retrocedido significativamente en los mercados internacionales y esto ya se ha reflejado en el costo de la harina en el mercado local. Entre septiembre de 2008 y septiembre de 2009 el precio del quintal de harina en Panamá se redujo $10,00, al pasar de $44,00 a $34,00; no obstante, esta rebaja no ha traído de la mano un ajuste en el precio del pan.
Es importante recordar que durante el período 2006-2008, cuando se registró un incremento desenfrenado del precio del petróleo y el precio de la harina de trigo se vio impactado por el uso del maíz y la soya para la producción de biocombustibles, el precio del pan en las panaderías del país se elevó significativamente, pasando de $0,05 la unidad de 50 gramos (conocida popularmente como “michita”) a dos unidades por $0,15; es decir, $0,075 por unidad.
El problema es que ahora el precio de la harina de trigo se ha reducido, pero el del pan sigue siendo el mismo. Es difícil evitar que las panificadoras se queden con esa rebaja de la harina y no la transfieran al consumidor, porque las leyes vigentes sobre esta materia regulan el peso mínimo que debe tener el pan en cada una de sus presentaciones para la venta, pero no regulan su precio.
Guillermo Arrocha, propietario de la Panadería Tropicana, admite que el precio del pan no ha bajado a pesar de que el precio de la harina ha disminuido, pero advierte que esto se debe a que el precio de otras materias primas como huevos, manteca, azúcar, sal, gas y bolsas de plástico no se han reducido, y que eso impide rebajar el precio del pan.
Explicó que las panaderías pequeñas y artesanales del país están más que dispuestas a bajar el precio de sus productos, ya que entienden que la rentabilidad de este negocio va de la mano con el volumen de las ventas, pero insistió en que para ello se requiere que el precio de la harina siga cayendo, algo que a su juicio es muy difícil ya que la desaparición de la harina Compita ha limitado la competencia en el mercado local y con ello las posibilidades de que se registren nuevas disminuciones.
Por su parte, la panificadora Bimbo Panamá señaló que en el caso de los precios del trigo cada empresa toma medidas de acuerdo con el nivel de afectación y el impacto de esta variable en los precios de los productos.
Además, la empresa recordó que en esta época de crisis mundial las compañías fabricantes de alimentos han buscado la mejor manera de justificar los precios en las categorías de productos de consumo y mantenerlos, para continuar satisfaciendo las necesidades de sus clientes sin afectar sus flujos de caja.
La compañía de origen mexicano añadió que en Panamá maneja precios bastante competitivos y está utilizando varias estrategias de mercadeo para aumentar la preferencia de los panameños por sus productos, a pesar de que afirman tener actualmente una cuota de participación de mercado de 70%.
El secretario general de la Unión de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), Pedro Acosta, consideró “injusto” e “inhumano” que los empresarios que se benefician de una reducción en el costo de sus materias primas no trasladen parte de ese beneficio a los consumidores a través del precio de los productos, especialmente cuando se trata de un producto de primera necesidad como el pan.
Acosta también se mostró preocupado ya que los precios del pan no sólo se mantienen altos, sino que podrían volver a subir ya que –según las cifras de la Bolsa de Chicago publicadas por el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA)- el precio futuro promedio mensual del trigo, que en septiembre de este año se ubicó en $8,07 por quintal, muestra una clara tendencia al alza, al punto que para mayo de 2011 alcanzará los $10,15 por quintal.